Capítulo 21: Fiesta Cristiana

Mucho no ha pasado desde que el mundo vio nacer a un friki de renombre, wolfiño, que con sus acciones ha intentado cambiar el mundo. Como peregrino anormal ante la sociedad que le rodea, El ha intentado miles de veces ser distinto. ¿Qué consecuencias le traerá al ambiente que entro el hecho de aceptar a un ser desestructurado eclesialmente?, ¿Qué cambios se generan en el mientras crece como religioso friki? Eso solo se sabrá, al terminar de caminar…

Domingo 25 de abril, 2010

Pasado un mes desde que el party de futuros religiosos llegara de Chile, la comunidad ha sufrido cambios importantes, tales como el compañero de equipo de Wolf, la comunidad vaga y trabajadora, las reuniones comunitarias y algunos cambios de estructura. Así me adentraré ante un evento curioso que se da una vez al año, la jornada mundial por las vocaciones, en la cual Max y su humilde redactor fueron para presenciar algo más de quilombo (Lio, desorden) puro. Con P. Salom nos dirigimos aquel día cerca de las diez de la mañana, partimos hacia el colegio Taborin, que en Córdoba es como decir la catedral de Argentina, ya que es muy conocido. Cabe destacar que el año pasado yo participé de este evento, y me pareció genial, ya que la diversidad de edades y gente que asiste lo hace interesante. La diferencia con el año pasado es que ahora iba más temprano, y con un propósito diferente; iría de animador de grupo y no como mero participante. Así al llegar, vi muchas caras conocidas, como las típicas monjas/novicias de habito celeste, la monja que esta SIEMPRE arriba animando (de habito café), a Hernán animando con su voz y muchos otros del seminario que siempre participan gustosamente.

Para hacer menos verso, al llegar vimos a los chicos de primero, y a Pablo (ya mencionado en el capítulo 14, uno de mis amigos de los diocesanos), con el cual me puse a joder un poco con las dinámicas, y de cómo hacia chiste cada vez que decían “y nuestra patria Argentina…” yo reaccionaba y ponía cara de no comprender, ya que no me sentiría tocado en absoluto, ante eso me parafraseaban una frase de San Pablo que dice “me hice judío con los judíos, pagano con los paganos” y mas en este caso, que me hiciera como los Argentinos, pero a decir verdad, para mi es imposible ser como ellos, ya que soy chileno y no me queda inflarme. Pasado los minutos, comenzó mi trabajo de animador, pero como yo soy un hombre de suerte inexistente en cuanto a lo que planea hacer, no había jóvenes en el grupo 73 que me había tocado, así que debía unirme a otro grupo que gustase. Así que sin pensarlo, busqué entre la multitud el grupo de mi amigo, ya que el año pasado también había trabajado con él, y entre vueltas con la muchedumbre le hallé. Unido a este grupo de jóvenes, nos fuimos a la parte alta de la tribuna del gimnasio del taborin, y comenzamos nuestra dinámica de grupo. Conociendo a Pablo, imaginé que me haría presentarme al principio, ya que siempre posee esa mala costumbre de tirarme “a los leones” porque considera que soy muy callado. Luego de varias presentaciones, me llamó la atención una monja que se unió al final, y adivinen qué, ¡era chilena! Finalmente luego de un año encontré una persona de mi nacionalidad aparte de “charco de sangre”, claro que su tonada era de cualquier parte de Sudamérica menos de donde provenimos. Las opiniones acerca del texto bíblico fueron bastante interesantes, pero no pude opinar mucho, ya que el tiempo siempre me juega en contra, y ya desde antes de ingresar, vez que iba a expresar mi opinión, se acaba el tiempo. En este caso interrumpía la interlocutora que animaba este encuentro, y yo decía “bueeh, ya fue”. Así finalizo la primera parte de este encuentro grupal, en el cual también hubo momentos de oración frente al santísimo, que para los creyentes es algo muy emotivo, no muchas veces se le puede tener tan cerca y sentirlo como amigo de uno (explico esto porque sé que la diversidad de credos que me leen, pueden que no lo comprendan). Así pasamos al almuerzo en grupos, que pensé que iría solo, pero 3 chicas del grupo llegaron a ayudarme, y al final termine llevando nada (XD) y además una de ellas me dijo “lleva las servilletas, así parece que hiciste algo” la verdad muy sarcástica, pero muy buena observación…pasa a menudo en la iglesia, uno dirige y los otros trabajan. Luego de comer, hubo más baile con dinámicas y jueguitos tontos de esos que les gusta a los jóvenes de parroquia, y he notado que las dinámicas no son las mismas que las de Chile, falto “si tuviera fe como un granito de mostaza” y tantas otras formulas que viví en el 2004-2005 en la parroquia donde tomé mis sacramentos.

Después, el encuentro tuvo su última fase de trabajo grupal, la cual tenía relación con el lema de esta cosa, que era “animate, usá mi camiseta” (nótese que es en tono argentino), y justamente consistía en adornar un papel recortado con forma de remera de futbol, y darle un significado. Antes de esto me fui a la reunión de animadores donde nos dieron las indicaciones para esta actividad, y algunos lápices y cosas. Luego teníamos el problema de que no venia nadie!, y entre espera y espera llegaron algunos. Para los chicos (y no tan chicos) les fue difícil empezar a rellenar esta actividad, ya que generalmente ante este tipo de situaciones nuestra mente se resiste a ser creativa, y se piensa inmediatamente en un estándar de mensajes y no lo que sale del corazón. A algunos trate de ayudarles diciéndoles que plasmaran lo que eran ellos con respecto al encuentro, que sentían, que lo vieran como una locura que no fuese pensada y que dejaran crear lo que fuese”, al parecer alguno me entendió y otros no tanto, pero es comprensible ya que un filosofo a medias confunde a medio mundo (no Roxy?, cuando te quiero hacer dar vuelta tu opinión =P) y también yo diseñe la mía, sin gafas (porque si no, funciona mal la habilidad de las manos). Luego de un rato, al ver hacia toda la cancha del lugar, parecíamos una secta religiosa bizarra con uniformes tipo nazi o cosas así, y empezamos a dar vueltas en la cancha para intercambiar opiniones acerca del significado de lo que habíamos puesto. Una de las dos personas que me toco fue Mariano (también nombrado en el capítulo 14), y me explico lo que significaba la de él. El segundo fue un seminarista de una congregación que no recuerdo, que fue tan filosófica la explicación, que me llamo la atención. Con el converse un rato antes de escuchar el mensaje del obispo de Córdoba, que es re humilde y hablo algo bastante interesante, con la necesidad de crear una identidad de país y cosas así. Dentro de los hechos curiosos de la jornada, es que después de largos años me reconcilie nuevamente (es decir el sacramento de la confesión), y me confirmo que debía buscar alguien de confianza para que me guiara, y que si lo tengo, le apodo “Halley” y en estas fechas anda en Roma. Ya con las horas de descanso, comenzó la preparación de la misa y vi a la típica conocida de las pías preparando altares y toda esa cosa de monja. De esta celebración liturgia no diré demasiado, solo el hecho de haberme encontrado con un viejo amigo, Pablo Sarapura, quien estaba diferente de cómo lo recordaba. Con él charle un rato y recordamos el proyecto de la supuesta radio on-line que trataríamos de armas si el ingresaba con nosotros, pero la vida es muy irónica y termino en los redentoristas, una congregación misionera. Al finalizar la misa, Max cargo la cruz que fue transferida a la zona donde vivimos, que es la siete, de manos del mismo obispo de Córdoba, y con ese gesto acabó la misa, con el cual obtuve mi merecido descanso después de una jornada de trabajo “pastoral” que no acostumbro.

Martes 27 de abril, 2010

Como un preámbulo de la muerte, hoy rendía latín, y como ya he mencionado antes, precisamente ese idioma no es mi fuerte ni es de mi agrado. La primera hora fue pedagogía catequística, con una profesora bastante clara a la hora de explicar el tema pastoral, y que justamente ella me recordó que la clase anterior había faltado a ella. Con este hecho, me agarró para contar lo sucedido el jueves de la semana anterior.

Jueves 22 de abril del 2010

Al fin, luego de 1 año y 2 meses en Argentina, pude sacar mi documento de identidad nacional (DNI) como extranjero residente, por una “misteriosa” coincidencia de que P. Salom conocía a una funcionaria del registro civil de la provincia. Con ella, todo mi tramite fue como una bala que se dispara, en vez de tener que esperar seis meses como todo mortal, este documento seria sacado en 1 semana, o al menos obtener el papel detestable de la burocracia argentina “DNI en trámite”. Para ir a este lugar, tuve que saltearme las clases de pedagogía y filosofía medieval, así que aquel día brille por mi ausencia. Dentro de este lugar donde extranjeros hacen una fila de 5 horas y los humillan diciendo que no hay mas turnos, he visto la discriminación que tanto detesto de todo país, al ver tratos diferentes entre personas de nacionalidad peruana, y con otros que son mas aceptados como los chilenos, para mi es racismo puro, pero sucede y no tengo argumentos ni ideas para evitar estas situaciones.

Martes 27 de abril, 2010

La profesora de pedagogía me preguntaba si me había pasado algo, y conteste negativamente, explicando lo escrito anteriormente. Luego de escuchar los temas de la clase (de la cual me faltaba un tema) ella como es buena, dejo unos minutos para repasar latín. A decir verdad yo repasaba lo que no sabía cómo cordero que va al matadero, y si bien hoy no se qué nota habré sacado, posiblemente haya reprobado. Al pasar ese bloque de clases, llego Lucifer en persona bajo la persona de una mujer, Elisa Ferrer, quien como Leslie Winkle para Sheldon es su archí enemiga, en mi caso se reflejaría en esa imagen. Al comenzar el examen pensaba porque mierda siempre soy honesto, podría anotarme todo en el diccionario y ya está, pero mis valores me juegan siempre en contra, no hice nada de las posibilidades que pasaron por mi cabeza. Pude contestar el 60% del examen, pero no estoy seguro de cómo me fue, y a decir verdad no me preocupa mucho, una vez escrito ya nadie podrá borrar lo que esté bien o mal. Así sin más regresé a casa, mirando un poco el libro de Brochero, terminé mi día luego de la cena.

Continuará…